Artículo original: Deedwania P, et al. Olmesartan-based monotherapy vs combination therapy in hypertension: A meta-analysis based on age and chronic kidney disease status. J Clin Hypertens. 2017; 19: 1309–1318.
Introducción
La hipertensión arterial (HTA) es un reconocido factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular y contribuye a la incidencia de insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y nefropatía. Las recomendaciones de las principales guías internacionales indican, tras el fracaso inicial de las medidas del estilo de vida, el inicio de una terapia farmacológica con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, antagonistas del receptor de angiotensina (ARA), bloqueantes de los canales de calcio, betabloqueantes o diuréticos tiazídicos. La monoterapia solo parece eficaz en alrededor del 17% a 23% para lograr alcanzar la meta de presión arterial esperada para un paciente. No obstante, se dispone de numerosa evidencia que demuestra que el olmesartán medoxomil es un agente antihipertensivo bien tolerado, eficaz, con una duración de acción de 24 horas, incluyendo a variados subgrupos poblacionales de pacientes.
En este marco, se presentan los resultados de un metanálisis en el cual se comparó la eficacia y seguridad del olmesartán administrado como monoterapia o en combinación en sujetos hipertensos, estratificados por grupo etario y por el antecedente de enfermedad renal crónica (ERC).
Materiales y métodos
Se incluyeron en este metanálisis los datos de estudios aleatorizados y controlados de fase 2 a 4 que evaluaron la eficacia y la tolerabilidad de olmesartán como monoterapia o en tratamientos combinados de sujetos hipertensos de al menos 18 años que fueron tratados por un período no menor a las 8 semanas. El análisis estadístico diferenció entre los subgrupos de pacientes menores de 60 años y los adultos mayores, así como entre aquellos con ERC o sin ella (con un umbral de tasa de filtrado glomerular de 60 ml/min/1,73 m2).
Resultados
Se incluyeron 7 estudios que cumplían con los criterios de inclusión, con 3969 pacientes que recibieron una asociación con olmesartán y 1919 que empleaban monoterapia con dicho fármaco. No se reconocieron diferencias significativas en las características de ambos grupos. La mayoría de los pacientes eran de sexo masculino, con una media de edad de 54,8 ± 10,7 años y un promedio de índice de masa corporal de 29,7 ± 5,5 kg/m2. El 12,6% de los pacientes eran diabéticos, si bien esta proporción era mayor entre los individuos de edad avanzada. Asimismo, los sujetos con ERC tenían una proporción más elevada de casos de diabetes, enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca.
Tanto al considerar la totalidad de los pacientes como el subgrupo de participantes de edad avanzada, las combinaciones de drogas basadas en olmesartán tenían una mayor eficacia para la reducción de la presión arterial en comparación con la monoterapia. En relación con la función renal, las terapias combinadas redujeron en forma más acentuada la presión arterial tanto en aquellos individuos con ERC como en aquellos sin esta comorbilidad.
La proporción de participantes que experimentaron un evento adverso fue comparable entre aquellos que recibían monoterapia con olmesartán como en los pacientes hipertensos que emplean una combinación de este fármaco con otro antihipertensivo. La incidencia de eventos adversos graves fue similar también entre ambos grupos y no se describieron casos de mortalidad en ninguno de los estudios incluidos.
Discusión y conclusiones
Las guías para el manejo de la HTA recomiendan en general el inicio del tratamiento con una monoterapia, con la posibilidad de incrementar la dosis o de emplear una estrategia combinada cuando el objetivo de presión arterial no es alcanzado. En el presente metanálisis, la administración de olmesartán tanto como terapia única como en combinación con otros agentes se asoció con una reducción destacada de la presión arterial, aunque la asociación con otros fármacos dio lugar a descensos más marcados de estos valores.
La prevalencia de HTA se incrementa con la edad; en el presente análisis, los sujetos mayores de 60 años que recibieron asociaciones de antihipertensivos basadas en olmesartán experimentaron una reducción de la presión arterial comparable a la de los individuos más jóvenes, por lo cual el olmesartán podría considerarse un abordaje inicial aprobado en los adultos mayores hipertensos.
Asimismo, la HTA y la ERC son afecciones habitualmente asociadas; en los pacientes renales crónicos, las asociaciones de antihipertensivos basadas en olmesartán se vincularon con un adecuado descenso de la presión arterial, el cual fue algo menor que en los individuos sin ERC.
De acuerdo con la evidencia obtenida, en diversos subgrupos de pacientes con HTA, la terapia con olmesartán como droga única o en asociación con otros fármacos fue bien tolerada y efectiva como estrategia terapéutica. La combinación de olmesartán con otros antihipertensivos resultó aún más efectiva, por lo cual puede permitir que una mayor proporción de pacientes hipertensos alcance las metas deseadas de control de su enfermedad.